Gonzalo Alvarez hoy nos presenta CARNÍVORAS, su última obra terminada
sorprendiéndonos una vez más con sus colores, sus mensajes y su lenguaje
artístico:
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“Esta obra
es grande porque mi esperanza es grande. CARNÍVORAS nace de un viaje para crear
más conciencia en la sociedad.”
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¿Cómo es eso de que siempre te inspiras en los
viajes?
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“Soy
artista, creo que miramos y percibimos distinto. Hay cosas que no puedo cambiar
de inmediato como por ejemplo, crudas realidades en un grupo social de personas,
pero lo que sí puedo hacer es transformar emociones y acompañar situaciones. Cuando
fui de invitado éste año a una escuela rural en el Chaco vivencié muchas cosas;
si bien di los talleres de arte, disfruté de los encuentros y compartí el amor
con los chicos y las familias; al regreso me quedé con un sabor amargo de tanta
desigualdad, de sentir la desolación de estas familias originarias, como tantas
otras que están aisladas hace décadas, despojadas hasta de sus árboles. Por ese
motivo surgieron y nacieron las CARNÍVORAS...”
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¿Y que representarían entonces? Veo que son
especies distintas, parecen que son como una tribu, me gustan.
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“Muchas gracias.
Las CARNÍVORAS ya existen en la naturaleza, pero éstas son de mi imaginario por
supuesto. Son plantas gigantes primitivas de un bosque nativo claro está, que
se comerían a todos los humanos dañinos, absolutamente (risas). Ellas son
felices y feroces al mismo tiempo, están danzando libres. Como ya charlamos
otras veces todas mis obras son para concientizar, para crear un cambio de
paradigma más profundo en materia de educación, comunicación y de conciencia.
De cómo somos y de cómo nos comportamos con el otro y de cómo convivimos con el
ambiente. La desertificación, la deforestación, la ignorancia y la hipocresía
son temas muy actuales en mis desafíos artísticos para llegar a la masa y al
pensamiento crítico social.”
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¿Y que representan?
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Ellas representan
el desafío constante de la libertad. Mis CARNÍVORAS son bien gigantes pues
necesito que haya más humanidad, sobre todo en los adultos. Mis planteos de respeto
a las selvas nativas y a los bosques de las distintas regiones es una constante
de cambio como así también hacer valer las emociones inocentes de los niños. Hoy
en el mundo actual, los adultos representan cada vez más al individualismo. Hay
cada vez menos tiempo para disfrutar y compartir con el niño. Los niños no son
escuchados y no tienen suficiente espacio. Los valores reales a su vez están
trastocados y éstos están desapareciendo al igual que las especies, por eso
creo que hay que hacer un alto para reafirmarlos. Al crear esta obra de arte imaginé
también que las CARNÍVORAS en el pasado eran bien gigantes, grandiosas y
originarias como éstas…Y los seres humanos primitivos temían de su ferocidad,
pues cuando ellas intuían la maldad del hombre depredador por el solo hecho de acercárseles,
cazar o dañar su hábitat, ellos eran comidos inmediatamente. Ese temor de
desaparecer y de ser digeridos les otorgó un gran respeto y a la vez una
admiración mágica...
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Wow, me quedo pensando…Si lo describís así,
toda la obra es una gran fábula y tiene mucho más sentido todo el mensaje que
dan.
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Ahora
pensemos un poco más, ¿qué pasaría si mis plantas CARNÍVORAS estuvieran
protegiendo los ambientes naturales y hábitats de cada región en todo el
planeta?
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Y… En principio habría más conciencia, no
habría tanta maldad ni egoísmo humano en depredar y deforestar, como sociedad no
destruiríamos tanto los ambientes naturales y los demás seres vivos estarían en
paz. Seríamos en sí mejores personas e intentaríamos disfrutar más, sabiendo
ser más empáticos.
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¡¡¡Genial!!!
Con eso ya me respondiste. Por eso trabajo con niños en las escuelas, museos y en
jardines de infantes, para que ellos mismos con sus emociones sean más libres,
más felices y más gigantes (risas)…
Una nota sincera que muestra el corazón de proyecto Bio. Admiro tu trabajo Gonza! Me encanta lo que haces y todo el significado que tiene! Te felicito 😊
ResponderEliminarmuchísimas gracias...
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