"La Cebra", el personaje principal de la obra -y referente originario del África, en peligro de extinción-, que aparece en primera plana y como identidad -en tanto su piel se refleja como una huella digital-. En la obra nos mira con inocencia y tal vez con tristeza, invitándonos al diálogo. Si aprendiéramos de las cebras, como sociedad estaríamos mejor, ya que los miembros de esta especie se cuidan en ellos en unidad y camaradería: juntos se trasladan a una nueva región, protegiéndose mutuamente de los depredadores -sus rayas en movimiento generan una distracción y el depredador se desorienta, no sabiendo dónde atacar-.
Nosotros, los seres humanos, ¿podremos llegar a convivir y a aceptar nuestras diferencias, protegiéndonos en un mismo espacio? ¿Seríamos mejores, si podríamos aprender de esta especie, del otro y de nuestros semejantes? Esa es la utopía y el mensaje de la obra...
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